La salud bucodental tiene una estrecha relación con el deporte, y se trata de un vínculo bidireccional. De esta forma, el mal estado de salud de nuestra boca puede afectar al rendimiento deportivo y, del mismo modo, la práctica deportiva sin las medidas preventivas necesarias puede perjudicar la salud dental.
Las personas que practican deporte, en especial aquellos que lo hacen de forma continuada e intensa, tienen un mayor riesgo de sufrir caries y desgaste dental a causa de la deshidratación y la ingesta de productos altos en glucosa, como las bebidas isotónicas. Asimismo, la actividad física puede provocar traumatismos dentales y bruxismo (rechinar de los dientes) a consecuencia del esfuerzo.
Por otro lado, una mala salud bucodental puede perjudicar seriamente el rendimiento deportivo, lo que es especialmente delicado para los deportistas de élite. Las caries no tratadas y las infecciones bucales pueden provocar dolencias musculares y articulares que reducen el rendimiento, retrasar la recuperación de lesiones y causar debilidad física. Esto se debe a que las bacterias presentes en la boca cuando se dan estos problemas de salud pasan al flujo sanguíneo y se expanden por todo el cuerpo, provocando de esa manera una mayor fatiga.
Para mantener una buena salud bucodental y un buen rendimiento deportivo en todo momento es recomendable visitar al dentista cada 6 meses, llevar a cabo una correcta higiene dental a diario y tener una dieta equilibrada, con el aporte de nutrientes necesario para mantener un buen estado de forma que no repercuta negativamente en la boca y tratando de evitar el consumo excesivo de bebidas con alto contenido en glucosa.