La relación entre una mala salud bucodental y los problemas cardiovasculares

La relación entre una mala salud bucodental y los problemas cardiovasculares

Diferentes estudios demuestran que la salud bucodental tiene innumerables implicaciones en la salud general del cuerpo. Si todo va bien en nuestra boca, el conjunto de nuestro organismo es más fuerte, mientras que si tenemos problemas bucales recurrentes también experimentaremos malestar en otras zonas de nuestra anatomía.

 En el blog de Garcident ya hemos explicado las implicaciones que tiene una buena salud bucodental para el buen rendimiento deportivo o para el correcto desarrollo del feto durante el embarazo, pero hay más. Y es que varias investigaciones recientes apuntan que los problemas dentales pueden poner en riesgo nuestro corazón.

De entre estas enfermedades que pueden conllevar riesgos cardiovasculares, son especialmente peligrosas aquellas que afectan directamente a las encías, como la gingivitis o la periodontitis. El peligro aumenta si estas son crónicas o se repiten de forma recurrente cada cierto tiempo. De hecho, la Sociedad Europea de Cardiología afirma que las personas con periodontitis tienen un 25% más de posibilidades de padecer problemas de corazón.

La relación entre las enfermedades bucales y los problemas cardiovasculares viene dada por las bacterias y el flujo sanguíneo. Cuando las bacterias de la boca atacan las encías, pueden pasar a la sangre y extenderse por otras partes del cuerpo. Si en esa circulación llegan al corazón y se adhieren a sus tejidos, pueden provocar inflamaciones en este órgano que acaben derivando en patologías como la arterioesclerosis.

Señales de riesgo

Las encías rojas e inflamadas y el sangrado al comer o cepillarse los dientes son, además de señales evidentes de gingivitis o periodontitis, signos de peligro para la salud cardiovascular. Ya que, como hemos comentado, las encías son la puerta de entrada de las bacterias al resto del cuerpo.

Asimismo, el mal aliento o el mal gusto, la sensación de que algunas piezas dentales están sueltas o de que tienden a separarse también evidencian determinados problemas bucales que pueden tener consecuencias negativas para el corazón.

Prevención

La principal medida para prevenir riesgos cardiovasculares derivados de enfermedades bucales es mantener una correcta higiene bucodental. Para ello, es recomendable cepillarse los dientes al menos dos veces al día, realizarse limpiezas dentales cada seis meses, acudir a revisiones periódicas con el dentista y evitar consumir productos como el tabaco o el alcohol, especialmente agresivos con las encías y que favorecen su irritación e inflamación, por lo que aumentan el peligro de que sufran infecciones.