Nunca es pronto para empezar a cuidar la salud bucodental.
Por eso, es muy importantes que los padres de pequeños de corta edad tengan en cuenta que existen determinados hábitos que pueden ser perjudiciales para el desarrollo de la boca de los niños y, por lo tanto, deberían evitarse o corregirse.
El primer gran problema en la salud bucal para niños es una ineficiente higiene. Es muy importante realizar un cepillado después de cada comida e, incluso, tras cada ingesta de alimentos dulces. Esto se debe a que su boca está en pleno desarrollo y aún no ha adquirido la fortaleza de un adulto, por lo que son más propensos a sufrir caries si el azúcar permanece mucho tiempo en su boca.
Asimismo, es importante usar productos adaptados a los pequeños, como cepillos y pastas infantiles, con menos contenido de flúor que las fabricadas para adultos, pues un exceso de éste puede generar manchas en sus dientes.
Con el fin de asegurar una correcta salud bucodental para los niños también es importante que el tiempo de cepillado sea de entre tres y cinco minutos para los menores de 12 años, y que éste no sea demasiado fuerte para no dañar sus encías.
Además de la higiene, hay determinados hábitos que se deberían evitar como que se chupen el dedo, que puede provocar malformaciones en la arcada dentaria superior, dejar que duerman con el biberón, una dieta con exceso de azúcares o darles toda la comida triturada después de la aparición de los primeros dientes.
Esto último es particularmente importante, ya que el acto de masticar supone un estímulo para el fortalecimiento y correcto desarrollo de la encía, los músculos de la cara y la lengua. Por lo tanto, ir introduciendo sólidos paulatinamente desde la aparición de las primeras piezas dentales será un factor fundamental para que se conviertan en adultos con una buena salud bucodental.