Durante el embarazo las mujeres experimentan multitud de cambios en su cuerpo. Algunos de ellos, como los relacionados con las variaciones en los niveles de estrógenos y progesterona, alteran el sistema inmunológico y la circulación sanguínea de la boca, lo que aumenta el riesgo de padecer problemas bucodentales. Esto, además de consecuencias negativas para la madre, puede afectar al correcto desarrollo del feto.
En muchas familias el zumo envasado es un complemento habitual para el desayuno y la merienda de los pequeños de la casa. Incluso hay padres que lo incluyen en almuerzos y cenas. La popularidad de esta bebida radica en su composición a base de fruta, pero a menudo se olvida que los zumos envasados contienen una gran cantidad de azúcares que pueden perjudicar seriamente la salud bucodental de los niños.
En torno a las caries infantiles existe la falsa creencia de que cuando se pierden los dientes de leche se acaba el problema. Sin embargo, esta afirmación es tan errónea como peligrosa, puesto que los problemas dentales en los niños pueden tener graves consecuencias para la salud de la dentadura definitiva durante la edad adulta.
La Navidad es una época de excesos. Cenas navideñas, reuniones familiares y diversos eventos en los que el denominador común es la abundancia de alimentos y bebidas para celebrar las fiestas. Esos productos navideños suelen tener grandes cantidades de azúcar lo que, sumado a la alteración de nuestros hábitos de higiene dental, puede tener desagradables consecuencias para la salud de nuestra boca.
La salud bucodental tiene una estrecha relación con el deporte, y se trata de un vínculo bidireccional. De esta forma, el mal estado de salud de nuestra boca puede afectar al rendimiento deportivo y, del mismo modo, la práctica deportiva sin las medidas preventivas necesarias puede perjudicar la salud dental.
Con el final de las vacaciones de verano volvemos a la rutina, a las largas jornadas en la oficina, las comidas fuera de casa y el estrés a lo largo de gran parte del día. Circunstancias que pueden hacernos descuidar nuestra higiene bucodental por falta de tiempo para un cepillado, ganas tras una comida rápida entre obligaciones o de un lugar adecuado para hacerlo.