El regreso de las vacaciones y la vuelta a la rutina tienen muchas implicaciones para toda la familia. Se retoman las rutinas, los horarios más o menos fijos y el grupo familiar se dispersa a diario para cumplir con sus respectivas obligaciones. Y en esa disgregación cotidiana, acompañada de tiempos justos y estrés, la salud bucodental de los niños de la casa puede ser la gran perjudicada.
